Los hermanos Mani y Majid abrieron su primer local en la calleRocafort de Barcelona en febrero de 2015 cuando, al salir de una fiesta de madrugada, no encontrarón ningún fish&chips. A partir de entonces, nueve restaurantes en la ciudad condaly la nueva apertura de Madrid, han avalado el éxito de aquella idea. Si pensamos en fish&chips, lo primero que se nos viene a la cabeza es la tradicional carta llena de aceite e ingredientes para curar una buena resaca de cualquier ‘fast food’ de Reino Unido.
Pero si hablamos del concepto Fish&Chips Shop de los hermanos Alam, debemos tener claras las tres cosas que definen sus locales: calidad, modernidad y gastronomía. Al entrar en el local de la calle Campoamor, 2 de Madrid, entendemos rápidamente que no estamos en una franquicia ni en un establecimiento de comida rápida. Se trata de una versión gastronómica del tradicional fish&chips británico. No solo por la cuidada estética del sitio, decorado cuidadosamente con un toque moderno, plagado de revistas internacionales difíciles de encontrar y adaptado al barrio de Salesas, donde está ubicado. También porque no huele ni una pizca al aceite con el que se suele cocinar este tipo de cartas y del que aquí están muy alejados. En su lugar, utilizan uno mucho más refinado y suave para elaborar los rebozados, llamado Olis Bargallo y procedente de Barcelona. Un detalle que va en consonancia con su filosofía de contar con proveedores cercanos y de calidad.
IRENE NADALCOMUNICACIÓN@AMARGUERIA.COM617380549 El pan es de ‘Panic’, la panadería artesanal y ecológica de Conde Duque, y los refrescos probióticos provienen de ‘Rudo’, también con sede en la capital. En su carta, el mítico fish&chipso el Lobster Roll, pero además, destacan sus flores de alcachofa, el tataki de atún, el bocadillo de calamares reinventado por ellos mismos, las bravas de pulpo rebozadas, los mejillones al curry de cocooel ceviche de berberechos. Aunque si hay un detalle que marca la diferencia respecto a los típicos fish&chips, es su carta de vinos naturales, cervezas y kombuchas, presente en casi todos los locales abiertos hasta la fecha, y que ponen la guinda a esta apuesta tan cañera, que ha llegado a la capital para quedarse.
Exploara ofertas de viajesr